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Soliloquios o Cuaderno o Enciclopedia Filosofia

Artículo Periodístico 27º: “Análisis de Cuadernos o Soliloquios”.

                        Artículo Periodístico 27º: “Análisis de Cuadernos o Soliloquios”.

                        1. ¿Tiene sentido analizar dicha obra por parte del autor? ¿O dicho de otra manera, en vez de siempre enroscarse en el fracaso, fracaso real, no deberíamos, en momentos de optimismo ante la producción expresar algo, algo de ella? ¿Algo positivo?

                        2. No voy a describir, la extensión de la obra, en tamaño y cantidad, en temas, en estilos, en tendencias, en lenguajes, en cuestiones, en saberes, en disciplinas, en artes. Pero todo ello, creo que hace una obra única en el mundo. Hasta donde el autor sabe y conoce. No hay nada, en ninguna sociedad y cultura y civilización, de ayer y de hoy, como esta obra…

                        3. Admitiendo incluso que tenga errores y tenga muchos, incluso admitiendo sea mediocre. Es una obra, en su conjunto y en sus partes como un enorme árbol, una enorme catedral, un enorme rascacielos, un enorme palacio, un enorme castillo, una enorme montaña. Un árbol real, nos puede gustar o disgustar, un monte lo mismo. Pero es algo que existe. Es algo que es. Es algo que tiene y contiene multitud de cosas.

                        4. No es culpa, ni responsabilidad del autor o recopilador. Si habiendo enviado a cientos, miles en realidad, de personas e instituciones, esta obra, grandes trozos de ella, miles de páginas escritas, cientos de fotografías de la parte plástica. Durante años y décadas. No es culpa del autor si los gestores o intermediarios o la industria cultural de su sociedad o su país no le interesan. Incluso admitiendo que esta obra sea mediocre. Una obra así, no puede soslayarse, ni negarle su existencia, ni condenarla al ostracismo, ninguna industria o ideología cultural. Porque una obra así es algo único en el mundo. Sea cual sea su calidad. Ciertamente, el autor no niega, que la parte plástica, la inmensa mayoría está en colecciones públicas y privadas, y posiblemente esté destruida. Pero el autor no miente. Sabe de sobra el autor, que hoy el arte y la literatura, se valora más la contención que el barroquismo de mucho crecimiento y de mucha producción. Sabe el autor, que tanta cantidad es un menoscabo de análisis, de valoración, de crítica y de aceptación. Pero esta es la realidad.

 

                        5. Definamos como queramos, pero representa un grave error o deficiencia, que la industria cultural y las academias culturales a esta obra no lo valoren. No es ya problema del autor, ni de la obra, sino de la inmensa mayoría de gestores e intermediarios culturales. No es culpa del monte que está frente a usted, y nadie quiera mirarlo o estudiarlo o analizarlo. Sea el monte con mucho vergel o sea un desierto o con animales muy salvajes o muy domesticados. Simplemente tanto vacío y negación a una obra de estas características, solo muestra y demuestra, que el tejido cultural de una sociedad, sea la que sea, está herido de graves deficiencias, diciéndolo de forma y manera suave. Solo demuestra y muestra claramente, que dicha sociedad, donde ha nacido esa obra, puede tener graves deficiencias, en muchos sentidos y aspectos. Por decirlo, de una manera suave. Incluso admitiendo que esta obra en sí, sea mediocre en todos los sentidos.

                        6. Que una obra así, pueden continuar negándole el pan y la sal. Ni referencias de media página en algunas revistas culturales, de distintas disciplinas. En cientos o miles a las que se ha enviado en estos más de treinta años. No estamos pidiendo que le den el Premio Nobel, ni ningún premio nacional. Al menos de momento. Sino que hasta ahora todo son negaciones, cerramientos de puertas y pasillos. Solo demuestra que la industria cultural de esa sociedad que hace algo así con una obra como ésta, está herida de muerte. Por mucho que se diga lo contrario. Incluso admitiendo, reitero y repito que esta obra no tenga calidad, ni creatividad, ni ingenio, ni significante, ni significado, ni nada de nada. Y la industria cultural es la sociedad del momento. Nadie está soñando o pidiendo publiquen toda, solo partes. Ni siquiera eso, pequeñas recensiones en revistas o…

                        7. Ciertamente, me dicen algunas personas, que esta misma obra con la misma calidad, escrita en inglés, alemán, francés, checo, gallego, catalán o vasco. Ocuparía un lugar, pequeño o mediano o grande en sus respectivas sociedades o lenguas. Pero como es una obra hecha en castellano por un manchego. Que se ha dedicado a investigar y buscar y crear, y no a ir en contra de unos y otros, ni yendo de una fiesta a otra fiesta cultural. Pues al borrico viejo todo son palos.

                        8. Me dicen, me dicen algunas personas, que existe una negación a esta obra, porque muchos que gestionan la cultura en este país y sociedad y Estado. No pueden soportar que alguien haya hecho una obra así, alguien con la titulación suficiente, pero que ha tenido que trabajar, la mayor parte de su tiempo, en trabajos remunerados, muy por debajo de su cualificación profesional y vocacional. Y claro está, sería muy evidente, que en el tiempo de tanta democracia, de tanto gasto económico en cultura, de tanta riqueza en todos los sentidos. Cosa que es real. Se haya tenido a una persona que ha sido capaz de realizar esta obra, que la naturaleza y la sociedad y su familia y el ambiente y la educación le ha permitido tener una formación suficiente o más que suficiente, que a su vez, esa sociedad le haya tenido “en trabajos muy por debajo de su formación”, y en cuanto a su obra de creación e investigación, ésta, durante lustros y décadas, cerrándoles todas las puertas, privadas y públicas. Y me dicen, estas personas, que esto no lo pueden soportar. Y como no pueden aceptar dicha realidad. A esta obra, y al autor, se le seguirá cerrando, no solo puertas, sino ventanas y ventanitas. No sé si esto será verdad o si será verdad en cierto sentido y en otro no. Solo puedo decir, que se olviden del pasado, y cambien de opinión. Que como persona, miro más al futuro que al pasado. Y aunque esta obra un día, por soñar despierto, mereciese el Nóbel, todo el mundo esté tranquilo que a nadie se le pasará la papeleta.

                        9. No hay ninguna obra, de un único título, pensada como unidad, realizada por un solo autor, de este tamaño, de esta dimensión, de esta cantidad de páginas, de esta cantidad de temas, de tantos registros y de tantos estilos, de tantas formas y de tantas maneras. De tantas cuestiones y de tantas posibles soluciones. Aunque sea, eso sí, de una forma asistemática. Que esta obra merece, cree el autor, que el autor pudiese vivir, aunque sea modestamente, del oficio de la creación cultural. Como tantos hacen. O al menos, una ayuda suficiente para compaginar con una profesión paralela. Que esta obra puede mejorar en todo. Evidentemente, podría mejorar en sintaxis, estilo, temas, soluciones, perspectivas y cien mil aspectos más. Pero si admitimos la diversidad de sierras y montañas y montes, no entendemos por qué no se puede admitir y tolerar mínimamente la diversidad o riqueza de esta obra, incluso con sus deficiencias. No entendemos por qué no puede ocupar un lugar, pequeño o mediano en el universo de la cultura. De la cultura de hoy o de mañana. Porque quién sabe cuánta vida le queda al autor y cuánto podrá continuar con ella, cuánto podrá hacerla crecer, o cuánto aún publicitarla. Les guste o disguste a ustedes, sea buena o mala, el autor no conoce, ninguna obra como ésta, en extensión, de un único autor, de combinación de tantas diversas artes y saberes en el mundo. Ni ayer, ni hoy. Las enciclopedias, son obras de cientos de autores, y tienen otras finalidades. Aunque esta obra se la subtitule, creo con razón, Enciclopedia de Filosofía.

                        10. Que esta obra no se valore por el momento actual, por la sociedad y cultura donde ha nacido y por el mundo de hoy. Digo no se valore mínimanente, solo quiere decir, que la sociedad en la que habitamos tiene enormes deficiencias, sin negar que la obra en sí pueda ser mediocre. En este caso la sociedad de la Mancha, la sociedad de la Piel de Toro, la sociedad europea, la sociedad Occidental. Porque esta obra, a y en todos esos ámbitos se ha enviado, a y en ese ámbito ha nacido y surgido de ella.  Lamento dar este juicio. Nadie se ofenda, nadie se sienta ofendido, porque como he escrito muchas veces, el recopilador, no desea ofender, ni necesita ofender a nadie, individuo o colectivo. Pero llamemos alguna vez las cosas por su nombre. Que el tigre esté en el monte no sea percibido por el cazador, porque esté ciego o no quiera verlo, no es culpa del tigre, sino del cazador. La obligación del autor es buscar e investigar y crear y pensar y observar, y la obligación de la industria cultural es analizar lo existente y difundirlo y conservarlo. Cada uno realice su trabajo y su función.

                        11. Por último, y para no continuar cansado a nadie más. Esta obra es un intento de búsqueda de nuevos sistemas de pensamiento y sensibilidad. Admitiendo todas las herencias de todas las tradiciones culturales. Plantearse que quizás hay que buscar nuevos paradigmas porque las cuestiones profundas se diseñaron hace siete o cinco o diez milenios. Y que ahora, con las aportaciones de miles de cambios, en todos los sentidos. Quizás haya que empezar a plantearse la esencialidad de todo. Sin negar las tradiciones, todas ellas, o parte de ellas. Pero aunar todas las soluciones científicas, filosóficas, estéticas, religiosas, culturales, tecnológicas, etc.

                        12. Y el autor desearía que esta obra, fuese un homenaje a todo ser humano, sea cual sea su color de piel o ideológico, un homenaje a mi familia de origen y a mi familia de destino y, un homenaje al Buen Dios. El autor le gustaría, que esta obra, fuese leída y recordada y contemplada y vista y pensada, cuando los descendientes de mi especie, dentro de mil años, estén viajando por las estrellas.

                                                             © jmm caminero 04 enero 2013 Cr.

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