Epopeya Filosófica, XXVIII. VERSOS, VII. © jmm caminero
Epopeya Filosófica, XXVIII. VERSOS, VII[1]. © jmm caminero
VII, 1.
Se abre nenúfar flor de la mañana
Respira los ojos la alegría de un nuevo mundo
Nuevos seres hoy nacerán
Y no nacerán otros seres
Otros habrán terminado su tiempo de estar
De respirar de este silencioso aire nubes sol
Cada uno bese su pequeña verdad y bondad
Y así de existir la eternidad ella te cobijará
Y de no existir dejarás menos mal y más bien
No tengo otra fórmula que regalarte
Para calmar la tristeza y desasosiego de tu alma
Perdona que no sea más sabio, ni más bueno.
VII, 2.
Pones tu vela encima de la cabeza
Vas mostrándola en todos los rincones
Evasiones de sillas escondidas revueltas
De temores que engrandecen los ojos
Solo puedes mostrar tu buena voluntad
La mayoría la pisan en turbias raíces.
VII, 3.
Creíste que donando amor y sacrificio
Acabarían por estimarte y quererte
Pero esos vientos no eran suficientes
Solo te esperaban huracanes
De todos los colores y dientes.
VII, 4.
Soñaste miles de páginas de narraciones
Las compusiste en papel de racimos abiertos
Todos fueron negaciones de especialistas
Ya no sabes si tienes talento mínimo
Para narrar un mundo dentro de las palabras.
VII, 5.
Cuándo no saben curar una dolencia psíquica
Siempre la culpa y el motor es de los padres
Algo en ello tendrán pero olvidan sociedad
Naturaleza genética ambiente y escuela
Cuántos con menos sacrificios obtienen
Buenos galardones para sus pupilos
Y otros con algunos errores, menos
Que los anteriores solo sufrimientos y penas.
VII, 6.
Estás en una encrucijada con muchos dilemas
No tienes inteligencia, ni conceptos para escoger
Te pierdes en medio de soledad sin nada
Como atar el futuro al presente
Corrompidos los muebles de vidrios de vestiduras.
VII, 7.
No sabes para que unes un verso a una pared de realidades
No conoces el silencio y la caída de Icaro y Atenea juntos
Encierras un mundo en líricos conceptos que a nadie
Gustan o interesan en la solicitud de una voz mano garganta.
VII, 8.
Memoria se ha olvidado de la memoria
Escondes un silencio en un vaso de vino agujereado
No puedes competir con recitadores de páginas
Tú que tanto has pensado y reflexionado
La memoria ha huido de tus lares
Solo te queda aceptar e veredicto
Y volver si los humanes desean a tu cobijo antiguo
Para ganar unos euros que te permitan sobrevivir
E irte muriéndote de pena como ya estuviste dos décadas
A nadie le interesó tu silencio enclaustrado de soledad
Ahora solo te resta llamar otra vez a esa puerta
Y morirte de melancolía intentando no caer en ninguna desvirtud
Apenas hablar nada de nada con nada de nada en nada.
VII, 9.
Ansiaste verdad y bondad y belleza y veracidad
Y utilidad y modestia y humildad y paz y pan
Ansiaste quizás demasiado en este valle de naranjas y abrojos.
VII, 10.
Término de tiempos sobrepasando las nubes de amores
Se han destrozado las esperanzas caídas en palabras vacías
Nubes tempranas con terremotos abiertos cristales
Se han roto las campanas de tanto teñir alegrías tristezas
Con lo cual se ha abierto el árbol de preguntas al corazón
Todo el mundo ha oído la voz de lo profundo del ser.
VII, 11.
Mariposas abiertas de soledades tempranas cenicientas
Gafas abiertas a los misterios del mundo interiores
El trono de las paredes de las mesas con lo que es
Sentir soñar y tener y temer que se han descendido a lo mismo
Han acontecido pieles abiertas en trozos llenos de púas
Aquí soñamos somnolientos caminos de esperanzas
Derechos y miedos en los que se han alejado el yo
Caminar por la paz en las tinieblas de lunas empequeñecidas.
VII, 12.
Se han abierto las bocas
Y se rompen los brazos
Deseando las ganancias
Más lujuria y avaricia
Se gestionan los pueblos.
VII, 13.
Sientes lo esencial del ojo
Los poemas esenciales
Huyen de la vanidad soberbia.
VII, 14.
Unas bocas caen en la lujuria
Otras manos en la avaricia
Llena está la tierra de las uniones
De los siete errores morales capitales
Unos caen por una ladera
Otros por la otra pendiente
Que pocos ojos no están llenos
De alguno de los lodazales.
VII, 15.
¿Qué es un poema?
¡Algo que no es literatura!
Algo parecido a la metafísica
Del silencio.
VII, 16.
Mis coetáneos me expresan con silencios y vacíos
Que no tengo ningún talento como narrador
Ni artista de belleza con colores y formas
Solo me queda esperar si como ensayista
Y como poeta tengo algún lugar en la acera
Si también todos son negaciones deberé aceptar
Que no me ha dado la naturaleza talento
Ni creatividad, ni imaginación, ni innovación,
Ni profundidad, ni esencialidad
¿Pero qué talento me ha repartido los tiempos?
¡Acepta la sentencia ninguno!
¡Ni siquiera el de descubrir alguno que tengas!
La tarde noche va cayendo y la tristeza llena tus dedos.
VII, 17:
¿Para ser un poeta?
La bondad es la máxima perfección del poema
Verdad y bondad se deben besar cada madrugada
Puede que te cierren miles de puertas
Intentar cantar el bien y alabar lo más verdadero
Simpleza de ser
Te hundirán tantas manos y voces en el silencio
Desierto más profundo de tu alma
Pero tú ama las palabras con verdad y bondad
La belleza es esa combinación
La moda ya llegará a tus versos.
VII, 18.
Cada mañana cuentas y numeras los euros
Cada atardecer restas y divides los céntimos.
VII, 19.
Te han caído dos cruces tan grandes
Que te han doblado la espalda más de lo que está
No sabes por donde respirar
Dónde hacerla más liviana
A eso hay que sumar las otras ya de lustros
Y décadas
El Buen Dios, el Buen Dios
Parece que desea que las arrastres
En silencio y sollozo
Porque todos llevan sus maderos.
VII, 20.
Cansancio por dentro y por fuera
Agotamiento interior tan profundo y esencial
Que respirar te cuesta trabajo
No puedes hablar
Con nadie
Estás en tu rincón buscando salidas
Aplastado estás por circunstancias y errores
Del presente y del pasado
Por tristezas y enfermedades e irracionalidades
Clamas a todos los santos que intercedan
Ante el Nazareno Dios
Y pasa cada día y esperas el milagro.
VII, 21.
Han erradicado al Ser Supremo del corazón humano
Creyendo que así serían más libres y más felices
Y nos hemos llenado de púas y sufrimientos
Porque ahora cada uno desea imponer sus normas
Y el ser humano no puede descansar ni de día, ni de noche
Acumulados de penas es ahora la mente humana.
VII, 22.
La Mancha silencio desierto mar semimuerto
Abren la boca los seres que la habitan para respirar
Calor como nube que envuelve todo en verano
Frío que hiela la sangre en invierno
La Mancha siempre está manchada de lugares de paso
Pocos quedan cada generación
Su destino es siempre emigrar a otro lugar
Estas son las olas desde hace siglos
Miras los ojos que viven y mueren aquí
Te encuentras un fondo de soledad y melancolía
No entienden, no comprenden nada
Porque quizás saben demasiado de la existencia
Después de una época y cultura vendrá otra
En medio estarán ellos y sus descendientes
Su calor y su frío intenso y somnoliento
Manos cerebros piernas ubres de la Mancha
Cuándo vais a despertar de milenios de letargos
Cuándo vais a estar de pie y decid
¡Basta!
VII, 23.
Suena un lugar
Pero no es un espacio
Suena un lugar
Pero no es un lugar
Suena un lugar
Pero es un tiempo
Un recuerdo.
VII, 24.
Antes que yo
Antes que tú
Te han precedido millones de generaciones
Progenitores de progenitores
Cuántas historias están antes que tú
En tus genes
Solo sabes algo de tus abuelos
Pero han pasado antes bisabuelos y tatarabuelos y…
¿Qué sería de sus existencias?
¿Hace tres o cinco o diez o veinte o cincuenta o mil siglos?
¡Qué misterio!
VII, 25.
Observo la realidad
Medito los conceptos
No entiendo nada
De la vida
Del existir la existencia
Solo estoy y soy
Pero no comprendo nada
Nada
Casi nada.
VII, 26.
En 1930 dicen que existían trescientos poetas norteamericanos fichados
Cincuenta años después había aumentado a cuatro mil con nombres y obras
Según el Directorio Norteamericano de Poesía
Me pregunto cuántos existirán en la Piel de Toro
Cuánto en la Europa
¿Por qué no se realiza una nomenclatura de este tipo?
No seleccionar por calidad y categoría
Solo nombre y obra publicada
Para conocer cuántas plantas tiene este bosque
Lo mismo en todas las ramas de la cultura
En poco tiempo aumentaría el saber
Se racionalizaría la industria de la creación cultural
Dad al César lo que es del César…
Se conoce cuántos bares existen en un territorio
Cuántos supermercados y peluquerías
¿Pero se desconocen cuántos poetas, pintores, filósofos, músicos...?
¿Matemáticos, físicos, químicos, sociólogos, psicólogos…?
¿Queremos organizar el mundo mejor y más racionalmente?
¿O no?
Si es no, continúen como hasta ahora
Si es sí, empiecen a realizar directorios por especialidades
Las nubes se alejan y se mueren en las montañas.
VII, 27.
Fue una palabra
Sentida balbuciente
Silenciosa respiradora de nada
Se aleja a trompicones
Cemento huye de sí mismo
El ojo caído retumba la tarde.
VII, 28.
Siempre hay más contenidos
En una palabra o una imagen
Siempre hay un metaconcepto
Metaobservación de algo que muere
Se silencia el viento en lo que es
Se muere la tarde en lo que no es
Todo acontece con fiebres abiertas
Crean mala fama a personas
Y la mancha no se borra en años
Queda lo que no queda en silencio
Zozobras de piedras abiertas en nada
Se han mostrado los silencios escondidos
Un cuerpo muere en este instante
Y se enfrenta con el Alma a la Inmortalidad
¿De qué lado habrá quedado eternamente?
VII, 29.
No sé nada
Nada no sé.
VII, 30.
Solo sienten las fauces de pasiones sexuales
Olvidan que hay mil pulsiones instintos
Que rodean cabeza y cuello y mente y alma
Construyen su castillo con cuatro deseos.
VII, 31.
Crisólito flojura guacharaca pantalán carasol
Pugilar temporario ubio vituallar refregadura
Peciluengo insidiador cuartán poligalia amusgar
Capaceta panal ptosis sofrenar vaquear
Zangaburra sabelianismo kirieleisón huidero cortijero.
VII, 32.
Los que han llegado a un pedestal en parte por piedad y misericordia
Se olvidan de sus tiempos pasados y ya no tienen ni una cosa, ni otra.
VII, 33.
Te echan
De un sitio y de un lugar y de una posibilidad y de un puesto
Y te olvidan
Pasan lunas y circunvalaciones de la tierra
Y nadie se acuerda ya de ti
De lo que podrías haber aportado
No existes
Vienen nuevas generaciones
Nuevos nombres
Nuevos rostros
Te echaron
Y ya dejaste de existir
Te vuelven a saludar
Porque ya saben que no eres un competidor para ellos
Ya están con sus laureles
Y tú te mueres en el rincón del silencio.
VII, 34.
Te dijeron ponte una armadura de moral correcta y adecuada
Que conquistarás al mundo y te conocerás a ti mismo
Será verdad porque el bien y la bondad siempre triunfan
Pero tú en casi todo lo que has bailado has salido sin zapatos
No comprendes nada de los vientos del mundo
Y estás en la tierra porque hay que soportar el deber
Pero los trozos de carne y sangre te has ido dejando en los minutos
Cada día menos ojos te reconocen y menos manos te saludan
Vives en la buhardilla con docenas de banderas del fracaso.
VII, 35.
A nadie has deseado engañar con palabras
A nadie has deseado manipular con ideas
A nadie has deseado mentir con hechos
Solo has deseado ser en la mirada de lo verídico
Has pasado la vida contemplando la realidad
Tantas veces sin entender el momento.
VII, 36.
Por qué te admiras
Te contesta en qué.
VII, 37.
Qué puede curar un verso matrimonio de imagen y concepto
Qué herida puede hacer más suave y más limpia
Qué alma y mente y cuerpo puede hacerle bien y bondad.
VII, 38.
Somnolientos han estado los sollozos de la tarde
Respiraderos de deseos ideas que esperaban el amanecer
Encontrar un torbellino de mares abiertos en flor
Se quedan rezagadas las piernas levantadas en cuevas
Mira el tiempo el atardecer del vivir existiendo incógnitas
Has visto un trozo de infinito limitado y allí tú has sido
Ya sabes que eres mortal y no temes la muerte
Deseas que exista el Bien Infinito y ponga cada música
Con la música exacta y real de la bondad y del bien.
VII, 39.
Se espesa el tiempo
Se espesa la mirada
Cada minuto.
VII, 40.
Se besan los pies enternecidos
Huérfanos de experiencias de sentido
Vivencias de amor y desamor en flores de arco iris
Retumban las cataratas de las fauces abiertas en desaliento
Ha ocurrido el tiempo en un espacio cerrado del pasado
Se han alejado las estrellas de esperanzas abiertas
Nomenclaturas de cimientos rodeados de dientes
La flor de calefactor se ha encendido en los ojos
Resplandecen las miradas y comprendes el tiempo
Siempre habrá un más allá por muy lejos que pisen nuestros pies
No conocemos, ni conoceremos, ni el pasado, ni el futuro.
Los molinos de la fiesta continuarán bailando bajo los pájaros.
VII, 41.
Está frente al final de su existir
Quedan unos días con horas
Sus crímenes han sido horrendos
Ya se ha terminado el tiempo
De las automentiras con adornos
Ahora se enfrenta a la mismidad
Más profunda con un hueco de pozo
Ya sin engaños se enfrenta a su ser
Posiblemente también al Ser Supremo
Se pregunta si su vida ha sido baldía
Que habría sido de él en otro ambiente
Otros amigos, otros padres, otra ciudad
Pero no sabe responder a esos límites
Está en el corredor de la muerte
Quizás el pasillo de la Vida
Por la ventana oye el pájaro de la tarde
Demasiado tiempo para pensar
La cabeza le patina por tantos recuerdos
No tiene capacidad de asimilar con conceptos
Está perdido medio loco en sí mismo
Cuántos antes que él, sin juicio, sin sentencia
Se les ha aplicado la pena capital sin nombre
¿Qué es lo otro, sino lo mismo de otra manera?
Tropiezan los dientes en las teclas del piano.
VII, 42.
Se ha roto
Un sillón verde
Racimos de penas
Silenciadas de ojos vivientes
Ha caído un momento
Retumbando alfileres
De existencias verdes negras
Acontece un cambio
Respira la paz abierta
Tú te enterneces
Escondido en la nieve. VII, 43.
Nací
Con infinitos sueños
Posibles de ser
Entumecidos los vientres
De la tarde
Obscurecidos labios
Serpenteantes rincones
Del alma tapadas
Para no ser reconocidas
En el silencio de la tarde
Duerme el alma deseando ser
Y tú te vuelves
A ti mismo/misma para encender la vela
Luz de cenicientos caminos
Que espolvorean esperanzas
Abiertas a la playa
Llena de sueños
Despiertos con armarios
De libros de cien ideologías
Convertidos en frutas
De todos los colores y ansias
Es vivir.
Es la vida.
VII, 44.
No quiero imponer a los pájaros mis percepciones
Ni mis ideas, ni mis conceptos, ni mis penas, ni mis alegrías
Solo deseo hablar con las piedras y las estrellas.
VII, 45.
Ser que aún no ha nacido
Te contaré lo que te sucederá
Tendrás profundas alegrías
Tendrás profundas tristezas
Te tocará alguna guerra muy cerca de tus ojos
Fallecerá tu padre y tu madre
Quién sabe si algún hijo
Arrastrarás durante tu existencia
Varias penas muy profundas
Y algunos traumas esenciales
Que a nadie te atreverás a contar
Llevarás sobre tus hombros enormes pesos
Que nadie valorará
Si eres importante te envidiarán
Si no lo eres te despreciarán
Pocas personas te valorarán en lo que eres
Y es muy posible que tú tampoco
Te aconsejo que intentes no caer en el mal
Que en la medida de lo posible hagas bien
Que no dejes de sonreír nunca
Y cuando fallezcas desees que el Buen Dios
Te espera para ponerte a su derecha.
VII, 46.
Hay tantos aros de colores tentaciones en el mundo
Negatividades que aparentan ser bondades y buenas
Dilucidar con los ojos y los labios lo bueno y lo malo
Es una ciencia y arte que dura décadas
Los grandes héroes de la bondad son los santos
Saben que el mal se viste con ropas de bien
Y que el Tentador está siempre reventando
Conciencias y ojos y vientres y lenguas
Intenta amarte correctamente a ti y al prójimo
No olvides que el Buen Dios está a tu puerta esperando
Saluda al mundo con alegría de sonrisas
Sin olvidar que todo ente arrastra bombones y cuchillas
Hay tantos vasos de deseos y pasiones y pulsiones
Escoge el límite adecuado y el término verdadero
Del bien que atraviesa el alma y el cuerpo y la mente
Solo serás un tiempo en este vergel desierto
Que no te recuerden por haber hecho más mal al arado
Mejor que nadie te recuerde que lo hagan por males
Intenta sembrar bienes aunque nadie reconozca tu firma.
VII, 47.
Ni la naturaleza, ni Dios
Te han dado el talento de poeta
Siéntate en tu sillón
Reconoce tus límites
Aunque con tristeza
Preguntes al mundo
Tengo algún don
Tantas vasijas has empezado
Y todas se han ido rompiendo
Y tú con esperanzadora mirada
Has empezado otro cuenco
Otro saber y otras prácticas
Pero a los otros coetáneos
Jamás han valorado tus castillos.
VII, 48.
Cocodrilo blanco y violeta
Recorres las fauces del mundo
Entreabiertas la mirada
A quién reventarás hoy
A quién un trauma o una pasión
Le encaminarás al destrozo
Derribo moral o económico o espiritual
Le irás destruyendo las paredes
Hasta que agonice en un hospital
O en una calle turbia y negra
Con adoquines de colores.
VII, 49.
Cuentas las estrellas exteriores
Numeras las estrellas interiores.
VII, 50.
No entiendo a los otros ojos y manos
No comprendo tanta inmoralidad sin necesidad
Tanto intentar imponerse unos seres sobre otros
No conozco las reglas de este mundo.
VII, 51.
Cerebros cerrados con capuchas silenciosas de sangre
Enfriados árboles entenebrecidos de temores de líneas
Presentes futuros con colores abiertos de ruindades humanas
No comprendo nada entenebrecido con un golpe de mar
En los ojos de pigmentos de luces con líneas perdidas
Rojos de tonos enfebrecidos oberturas de sinfonías
Se repiten las flores en los encuentros de mariposas
Cabeza rota por una estaca con martillo silencioso
Fumador empequeñecido por realidad de vestido rojo
Nunca tendrás taller pintar lienzos al óleo con voces
Montañas como columnas cerradas en los ojos del viento
Suelas de zapatos lanzadas contra un rostro de miel y huevo
Amantes rozando sabanas con pinceles de botes de ojos
Mar lleno de escaleras que vuelan por galaxias de ladrillos
Casa que rodea cristaleras de colores somnolientos de nubes
Relojes que se han reblandecido en las manos del encéfalo
No sé lo que es el yo y lanzo miles de palabras y colores
Para comprender el misterio de mi mismidad y de la tuya
Vehículo con micrófono lanzando bicicletas de pensamientos
Canción de sueños con faros de ventrículos enternecidos de ser
Pasear por Nueva York a través de la carretera de Internet
Coche roto de colores con cien personas acostadas en la niebla
Electricidad de montañas con zapatos rotos de andar trabajo
No podremos servir para nada si no relatamos lo real en imágenes
Conceptos que se retuercen para intentar comprender el pájaro mar
Dos vientres rotos por el arco iris de las circunstancias somnolientas
Mundo cercano con hojas de libros pintadas de rosas enternecidas
Clavos rojos en médula de crucifixiones de roturas con gafas
Marrones de pinturas en líneas serpientes con maderas de cócteles
Manos rotas al captar las piedras que se tuercen en ventanas rosas
Ruedas sobre libros y sobre botas sobre bicicletas sobre montañas
Lunas casándose esperando el embarazo de nuevos universos
Poema es un todo sin todo renaciendo un mar en una boca
Piernas rotas en miles de guerras con bocas con dientes cuchillos
Ladrillos retorciéndose en planos en cristales con soles de túnicas
Cigarro en blancas líneas cerradas las puertas de soledades cantadas
Cabeza a medias rota por los clavos de neveras en soledades violetas
Herraduras de tristezas sobre ojos entumecidos de golpes mentales
Nunca has visto el viento de paz y sosiego que retuerce la esperanza
No tener talento para la pintura, ni la poesía, ni la filosofía y estar
Siempre enhebrando palabras con ideas y colores, condena eterna
Dulce es la palabra que ha ido más allá del sufrimiento en pena
Ventana con nieve y gato sentado volando sobre un perro verde
Se ha olvidado algo al mirarte cerrado sobre un libro miles de días
Barco que vuela contando retahílas de posibilidades de ser y seres
Ojos que sueñan con éxitos para vivir y sobrevivir que nunca llegan
Cortinas que se interponen con masas de azules en las niñas del silencio
Masas de lunas sobre el enigma misterio Nueva York, Jerusalén, Berlín
Pero sólo estas aquí en la tarde del ceniciento camino de una vida
Ocres revestidos de permanencia en el tiempo con sombras de ideas
Camareras vistiendo las luces de la esperanza en azufres de la noche
Vaso de vino de silencio que entumece la mente cerrada de verdes
Nunca hemos visto algo y como narrar la muerte en formas de sentidos
Trigales segados con miles de aceros que destronan la tierra en negros
Tableteo de ametralladoras volcanes de hierros que rompen almas
Puente de N.Y.C. con el color de la piedra entenebrecida de aires
Amarillo taxi de huidas calles con árboles rascacielos de cementos
Casa en la arena azul mar salado con libros dentro de serpientes de pensar
Velas que se obscurecen con laberintos de mentiras verdades huidizas
Solo pueden ser siete grandes genios de los colores o ideas o palabras
Tú, si tú, yo, ya estorbamos ya no estamos en esa fila, solo al final del final
Cacerola con espárragos que se pintan mesas con cucharas de luces
Piedras maderas encendidas con flores marchitas en tumbas de recuerdos
Botella que rompe corazones y familias y volcanes de soledades encerradas
Bombillas colgadas de suelos con fiebres que se ríen de haber sido
Todo está en algún lugar del cerebro de alguien de ahora o de mañana.
VII, 52.
Escondido en un rincón con sillón anciano de estar sentado
En soledad que nadie te busca y nadie te necesita en el aire
Casi nadie te mira y tú sin comprender lo que es la montaña
Tanto mal has realizado en la vida, que tanto te han silenciado
Para todos han tenido una excusa y tu intentas mantener sonrisa
Pides a Dios que sea tu escudo pero parece que espera
Minuto en lo que es enternecido de frutales arribados en lamentos
Teclas rabiosas de sentimientos abiertos en lontananzas de sufrimientos.
VII, 53.
No interesa mi poema a ninguna mano cerebro vientre
Redacto líneas palabras negras azules rosas amarillas
Empequeñecidas por el ser y estar del mundo que abruma
Rodeándome sin comprender entender nada de las miradas
He estampado mis pies en la nieve ascendiendo yoes
Montaña de alpinista intentando poner una bandera
Para que al ser vista desde lejos a alguien le alimente.
VII, 54.
Hasta ahora siempre nos ha esperado detrás de la esquina
Vientres destrozados por espadas metrallas cuchillos
Laberintos de ideas y hechos y conceptos y sangres
En cuevas o sótanos o aceras o campos de trigales
No sabemos como erradicar este mal epidemia constante
No ha nacido el Einstein, Newton, Freud, Pavlov
Que nos indique parámetros de verdad bondad utilidad
Solo sabemos llorar después de lo acontecido
Apretar los dientes y rellenar las vísceras de odio
Para que reluzca nazca una nueva en un futuro próximo
Se han abierto las orcas de la furia en mar de tierra
Buscad un método para que las matanzas sean pasadas.
VII, 55.
¿Qué siente
Qué desea
Qué pulsiones
Qué instintos
Qué libidos
Qué piensa
Qué sentimiento
Qué afecto
Qué emociones
Qué ideas
Qué conceptos?
VII, 56.
Recoges con la sierra y la escoba hechos y emociones e ideas
Formas una escultura de luces y colores y vientos amarillos
Buscas la paz en una construcción de la mente y carne y espíritu
Intentar ser y estar mejor frente a ti mismo, en ti mismo, en los otros
Resplandece el deseo del Buen Dios esperando que exista
Y dé esperanzas de que todo tenga un sobresentido
Aunque no entendamos los Auschwitz, ni las palabras crueles
Porque todo empieza con ideas y deseos de conceptos dinámicos
Después se transforman en hechos de aires y carnes y salitres
Y al final se construyen edificios de realidades con púas y crematorios.
VII, 57.
No existen los mandatos de piedra del Buen Dios
Se saltan de palabra y de hechos sus normas y leyes
Después suceden barbaridades en la tierra
Y cuando han pasado se pregunta dónde estaba ese Dios
¿El hijo no escucha los consejos del padre de sangre?
¿Acaba en cárcel al saltarse mil normas de mil vientos?
¿Y después escupe responsabilidades al padre de carne?
VII, 58.
Canción del mundo
Monte relampagueante de sed
Ser que estorba la cucaracha rancia
Se ha roto un tropiezo lleno papeles
Negruras cenicientas en voces del yo
He estado en algún lugar esperando
Milagro para paliar dientes de dolor
Olvida el momento de sed
Rodeada de laberintos
Paz y bien y pan.
VII, 59.
Cara de hielo, torso vestido desnuda la espalda, cabello silenciado
Crucifixión mujer, verdugo familiares y extrafamiliares, dedos rotos
Panes abiertos de rosas, maniquíes que vuelan en pájaros de oídos
Pintar narrar lo de dentro, pez sexo vuela en las pasiones, olivos
Arlequín de naturaleza abierta en flor, triángulos rodeados de ostras
Pájaro que ronda la luna, graznidos de arenas en los ojos de oro
Feto abierto de animal rodeado de toros, seno del mar en huracán
Gallina con huevos violetas, tintas regalos colgados de higueras solas
Inconsciente, cerebro funciona como carnero sin nombre, animales
Bañista que rodea la mente de la estrella que se fuga dentro de seres
Enigma misterio de pasiones, libidos lívidas pulsiones cerebro desconocidos
Daga corazón cabeza de león, serpiente que se encuentra frente al espejo
Enigma que se rompe en los trozos de huevos rotos en graznidos
Monumento piedra montaña, destrucción del misterio enigma
Imagen triple del cerebro funcionando solo, como en los demás animales
Solo han llegado a sexualidad, finalidades de ventanas rotas en paredes
Sombra de piedra con borbotones de sangre, pegamento de flores rotas
Relojes huecos, vejez que rodea pechos que fueron, tuvieron ilusiones
Sueños renacidos en los tortuosos caminos de la mente, fondo del yo
Casa habitada en alguna habitación, arpa de baronesas segundas camas
Fantasías de persas con relámpagos de botellas, ojos olvidos de salitres
Libro sonriendo a un lector que no sabe leer, viseras de gorras azules
Puerta herida de crustáceos, cangrejos laberínticos contando palabras
Relojes huecos en pozos olvidados, ordeñar el cerebro de imágenes
Saltamontes abriendo las cajas de Pandora, paisaje con toros toreros
Aro sobre arena con velas verdes, símbolos que se estremecen vientos
Destete de ojos en nidos de pasiones, nidos de dientes que cantan números
Árbol hueco, lleno de arpa hedionda con mil músicas, póster de ser
Justicia de naturaleza ensolerada dulce, acumulación de lámparas retinas
Playas de helados de fresas chocolate, copas en mesas naranjas cenicientas
Baldosas vacías de diseños con arco iris de huevos, vestido de hielo nubes
Piel bastidor de lienzo, silencioso relampagueante de nieves aceros tubos
Paranoico de miradas lacerantes, otoño sintiendo una orquesta azul
Piedras volando con pinchos, paredes llenas de ventanas de cuadros
Batalla de cabezas con infinitas avaricias, narcisos con ropas de ideas
Pasillo rodeando esferas con bocas sin lenguas, montañas cerradas saladas
Pensadores con cuerpos reventados de conceptos, mitologías de ser y estar
Velas que rodean turbantes con bastones, sardinas que vuelan pintando
Estagirita ascético de pasiones silenciosos, diez dedos en una mano sin uñas
Cabeza de conejo hablando con la luna, dos trozos de pan y mil bocas
Peones de ajedreces mentales, lujurias de miles de poderes en lo que ha sido
Mil ojos dentro de unos ojos, guerra de mares contra la luna tierra roja
Dedos rotos esclavos de letras, centauros que vuelan esperando las arañas
Cinco edades: feto, y tres clásicas, más la eternidad: eso es tu ser, dicen
Usar el tiempo espacio mirando los cuantos que transforman todo lo que es
Obsesión sentidos en frutos recogiendo los círculos del viento nada sí
Equilibrio de ojos con retinas abiertas de torres que rezuman alegrías
Botella flotando en huevos de futuros de geopolíticas, no nacidas aún
Islas flotando sobre portaviones, cruzando ratas desiertos de mares dulces
Tristán e Isolda, Romeo y Julieta, Wagner bailando con las montañas rosas
Fusil con labios rojos, tormentas de piedras dulces pechos que brotan noches
Nobleza de pan coloreada de todo, tres silencios de un rostro de carne húmeda
Homero y el silencio en sueños eternos de haber sido, tentaciones de pasiones
Caballos con mil patas rodeados, copa de siete caballeros capitales enardecidos
Muelas rotas subidas en avestruces sobre delfines, Escoriales de sueños
Cuchara caracola de piernas dobladas, montañas silentes de ríos de amargos
Bote cúpula, rinocerontes arbóreos que pintan salobres dientes pezuñas
Cubos abiertos de torsos, siempre hay algunos dioses de milenios rotos
Hípercubo esférico de los tiempos rodeados en flores, mirando el tiempo
Huevo flotando con un hilo de una oreja, bandoleras crepusculares de vientos
Alabardas de flores con coronas de santos, apocalipsis de sueños humanos
Pies de corcho en espejo reflejados en sillas que se rompen, estereoscópicas.
VII, 60.
Camina el silencio
Misterio y enigma
Es el existir
Pocos los perciben
Menos los sienten
Pocos lo piensan
Menos los admiran
Camino el silencio.
VII, 61.
Suena ese eco en las rimas de los dientes
Suena ese dolor en las sienes de los cerebros
Suena esa ansia en los vientres del alma.
VII, 62.
Dormían los griegos y yo no había nacido aún
Ni tú tampoco estabas respirando el ajuar de la naturaleza
Murieron los griegos y todavía tú no entendías nada
En los sofás de los vientres amanecidos de paz
Se esconde un ojo que puede descubrirnos algún misterio
Esperamos las nuevas miradas que nos digan lo que somos
Lo que somos más esencialmente y sin oratorias barrocas.
VII, 63.
Tetralema combinado con espacio y tiempo
¿Qué hacer? ¿Qué opción seleccionar?
Te limitará el futuro y el resto de tu existir
Se trastorna y disminuye la esperanza
Te pierdes en temores y posibilidades
Y tomas un camino que siempre será doloroso
Habrás dejado otras posibilidades silenciosas
Y tu pequeño existir se habrá ido agotando.
VII, 64.
¿A quién le importa la migración de los ñúes?
¿A quienes las migraciones humanas?
¿Esos territorios serán un día llanuras llenas de vacas?
¿Crear puentes para que las cebras atraviesen el río Mara?
¿Disminuirían los cocodrilos de dos y cuatro patas?
Todo ser viviente sufre y tiene un proyecto de existencia
Consciente o inconsciente de su cerebro y percepción
Solo somos una especie que dispone de más consciencia
Por eso nos sentimos superiores a todas las especies
Tenemos manos que han construido mundos de posibilidades
Resbalan las horas en los ojos empequeñecidos de sorpresas.
VII, 65.
Solicitaste estar en algún lugar
No solo en un tiempo
Ser algo bajo algún árbol
Rotos los trompicones de los vientos
Empequeñecidos los ojos
Rumiando las paredes de errores
Aquí uno está frente a lo otro.
VII, 66.
Se rompe el alma corazón mente cerebro carne
¿Quién después junta las partes?
La bondad es intentar no separar lo interior
Ni de ti
Ni de nadie
Los ríos se abren en mares infinitos
Rodeados de montañas de sonrisas.
VII, 67.
Cuatro palabras forman un mundo
Algunos lo llaman poema
Otros afloramientos de lo profundo
De un ser a la superficie de un tiempo.
VII, 68.
En noche se mecía el vientre del deseo
Pensamiento abierto en futuros posibles
Neuronas funcionan a su ritmo
Dirigen cuerpos y consciencias
Sin saber las ventanas diagonales
De círculos espirales laberínticos
Tú eres unas décimas más tardío
Que las mecánicas de tu encéfalo.
VII, 69.
Una silla se enfrenta a tus ojos
La rodeas de paredes de terciopelo
Interiores de sensaciones caídas
Se han roto los cimientos de la luna
Una forma que se usa sin dar las gracias
Es universal en su sentido
Humilde y modesta sin derechos
Nos tranquiliza el alma cada día.
VII, 70.
Despierta la voz
Abre los ojos
Obscurecidos labios
Horizontes sin tiempo
Se han cerrado pasados
Caminan pies anaranjados.
VII, 71.
Encerrados en tu mismidad
Cercados en tu interioridad
Apresados en tu profundidad
Cada par de ojos camina.
VII, 72.
Escucha paisaje la luz
Ceniciento camino de tarde
Libro abierto cansado de mirarlo
Otra conciencia en forma de letras
Agobiado de haber estado alguna vez
Estás porque debes estar presente
Olvidas los círculos del sillón.
VII, 73.
Es más fría mis palabras que tus ojos
No entiendes cuatro sonidos palabras
Canto al pájaro sentado en la cama
Para que no entiendas lo que entiendes.
VII, 74.
Siempre hay otro horizonte detrás
Siempre puede existir una mayor tristeza
Siempre hay detrás otra luna
Siempre puede existir una mayor sonrisa.
VII, 75.
Ninguna mirada tuya gusta a los de tu especie
Solo ya esperas cumplir con tus deberes
Y esperar que el velo del silencio
Rodee tus ojos y esté esperando el Buen Infinito
Cansado estás de tanto ofrecer casi gratis
A otras manos cerebros ojos
Cansado estás de siempre cerrarse los mares.
VII, 76.
¿Quién inventó el Universo?
¿Quién inventó el cerebro?
¿Quién inventó la pregunta?
¿Quién inventó la mirada?
VII, 77.
Dicen los hombres que me cierran casi todas las ventanas y puertas
Porque no tengo suficiente calidad talento creatividad imaginación
El producto de mis manos cerebro es mediocre sin lustre y genialidad
Tantas veces se han roto los dedos al cerrárseme portones y doseles
Que ya he aceptado el veredicto de mis coetáneos de especie cultura
Mi mente solo inventa mediocridades sin talento ni color ni figura
Toda mi existencia he estado creando pasteles de aire vacíos de nada.
VII, 78.
Nuestro amor lo rompieron las circunstancias
Maldades de otras mentes humanas cercanas
Quejarse ya de los incendios que destrozaron
La cabaña que habías intentado colorear de azules
Ahora la rueda del sufrimiento de Buda continúa
Nadie se siente culpable responsable de nada
Si no existe equidad justicia aquí y dicen
Que tampoco habrá Otro Mundo después
Se les llena la boca de repetir que nada hay
Detrás de la valla después del horizonte
No existirá una Justicia que armonice el mundo
Nuestro amor lo minaron las situaciones
Maldades de cerebros humanos cercanos.
VII, 79.
Ellos hablan de cosas
Yo hablo de ideas
Dos mundos que no se entienden
Solo se rozan
Dos soledades desoladas.
VII, 80.
Aún crees que una sonrisa tiene valor
Porque el otro rostro
Pobre o rico o violeta o azul
Es un ser con ser
No es un solo estar
No es un mueble
No es un objeto de placer
Es un ser como tú
Una sonrisa es sonrisa.
VII, 81.
Encuentro de seres que buscan la partícula de lo real
Entiendes perdido que estás en algún lugar
Huidos caminos de piedras sentadas en la mente
Gentiles que reconocen otra manera de mirada
Cojines edulcorantes de sollozos que simplifican el ser
No conocer al Buen Dios que respire tus orejas
Residuos de nuevas vidas en los cenicientos caminos
Un poema es un aliento de ser natural mental
Todo ser humano es una combinación de palabras.
VII, 82.
Fe, esperanza, caridad para entenderse en el mundo
Rocinantes caminos de lo que siendo no es
Edificios llenos de cristales de ideas rosadas
Aquí caído sin comprender estás percibiendo lo otro
No conoces nada más que piedras clavadas en maderas
Esperas y amas y crees en lo racional de lo Inmutable
Para que en algún Lugar la Justicia y Equidad sea.
VII, 83.
Entre tus errores de todos los colores
Más las injusticias y envidias y avaricias de otros
Estás clavado en la tierra del pozo
Sollozando en tristeza dolor pena
Tirado en la soledad de la historia
A nadie tu rostro le conmueve
Solo cansado esperas el silencio.
VII, 84.
Tropiezas con la piedra de ámbar y cemento cruzándose los dedos
Del firmamento que abre sus dientes con rejones de hielo verdinegro
Tan íntimo son los sueños despensas de futuros que pueden acontecer
Uñas que revientan luces de periódicos de letras con aspergeos de luces
Millones de milagros ocurren cada instante, millones de pan se hacen Dios
Árbol se cruza con el viento del pájaro aire que encandila los montes ojos
Anticuario de uno mismo buscador esencial del río interior que florezca.
VII, 85.
Hueco de mente rodeado de espinas
Lúgubres caminos de esperanzas
Arriba el gentío de una hueca luz
Imágenes de un yo con escudo de luces
Platón siempre está presente en neuronas cerradas
Todas las cosas se parecen a un sonido
Cada uno con su purgatorio adornado
Buscamos un cariño de caricia o de mirada
Susurros de laberintos enciclopédicos de teorías
Pocos aman armonizar sus pasiones pulsiones
No puedo darte la fórmula de la felicidad
Mente que la mejilla aparenta estar con luz
Solo soy como tú un trozo de carne con alma.
VII, 86.
N dedo es todo un universo encerrado en un gesto
Tememos la muerte y tememos la vida
Rozamos cenicientos caminos de lombrices
Evolucionadas de páramos que duermen en inconsciente
Somos más de lo que deseamos
Somos menos de lo que sentimos
Somos lo que pensamos
No soy más que usted, no soy menos que usted
Solo soy una rama que piensa en el viento de este amanecer
Me consuela un combinado de palabras
De usted o mías
Siempre he estado soñando tener un paraguas de laurel
Pero mis imágenes metáforas conceptos no calan el corazón
De ninguna sombra de mano abierta
La lluvia hoy cae en desazón sobre los ojos de la ventana
Lira canta desde la interioridad esperando una respuesta de sinfonía
Lo blanco se hace negro en la noche, lo negro blanco al amanecer
La belleza besa a la verdad con amor y nos da un nuevo suspiro hoy.
VII, 87.
Yo/tu tenía/s también un corazón con ramas y nidos que deseaban amar
Unos cortaron y podaron unas ramas, otros quemaron trozos del tronco
Perdido me encontré en mi guarida, cada vez más pequeño de madera
Antorchas se hicieron con las hojas de color ennegrecidas de penas
No tener mentores para que algunas palabras se levantasen como banderas
Roca se convirtió mi crisálida cristal de esperanzas que soñaban mundos
Cigarra de la mente cantaba soñando mares interiores desaparecidos
Hacer emerger una imagen palabra de dentro que cure mi/tu corazón.
VII, 88.
Adoran las máquinas
Masacran los hombres.
VII, 89.
Árbol de piedra crecido en las narices de los vientres que son
Mujer muñeca rota en cama de mármol que rompe ceniciento camino
Cuchillo roto en tres trozos incrustado en jamón de hielo ventana
Muñeco de nariz con boca abierta besando la luna cenicienta de cabellos
Una figura rota con dos pechos caídos besando una vaca toro con dientes
Laberinto de cenicientas vasijas que adornan racimos de miles uvas de ubres
Ríos de aguas que se enternecen camino de lo que ha podido ser, sombra
Pez de pollo con mil avestruces dentro de una ballena en un rascacielos museo
No comprender nada dentro de una hoja que bebe desánimo de pipa fumar
Ensombrecidas luces de dibujos que empequeñecen sombras tintas
Cabeza con caballo que llora lágrimas de noctámbulos guantes de boxeo
Silla cubierta de sandías rotas mezcladas con trozos de melones sanguinolentos
Dos líneas que se cruzan en pizarra con ruedas abiertas las bocas para herir
Se empequeñecen las estructuras de signos y símbolos que recorren mundo
Ha sido corazón que encabrita la nube de aspectos de serpientes peces
Pero te has ido alejándote de ti mismo, no conociendo ya lo que deseabas ser
Burros volando jugando al fútbol con peces ballenas con pelotas como lunas
Cuadrados cúbicos redondos que se enternecen al ver el Tajo ensombrecer
Terciopelos blancos de manchas pegadas a ojos de penas en negro sombras
Que soy yo sino un algo que no existía hace un siglo, ni dentro de uno aquí
No sé si allí, una oreja mano asiente la voz de un pájaro con signos fórmulas
Me he ido alejándome de todo lo que ha podido ser perdiéndome en palabras
Pero dónde estáis vosotros que nunca me habéis dado un vaso de agua.
VII, 90.
Pájaro blanco que rodea las sempiternas luces de piedras con blancos negros
Casas rodeados en la lógica de letras signos con colmillos de leones hambrientos
Tronco forma de toro ajedrez que reconvenga en el río de la pasión mar
Luces de colores con torbellinos, dos hojas rojas abiertas en un trozo de hierro
Hueco lleno de verdes con caballos disecados que aman a cocodrilos sin dientes
Mujer rota en una calle por una bomba pasión de avión lúgubre sin pedir permiso
No puedes construir el viento con alfombras rojas y cuchillos de dulce miel
Cruz roja verde violeta sobre tronco pecho para tapar color de cabello abierto
Triangulo cuadrado de serpiente que atraviesa la mar del útero vientre rojo
Mujer con tres bolsos camino de la soledad de la vida con hiriente pestaña
Zapato ronco de mirar un pájaro que vuela al lado de un barco de mil toneladas
Se han despertado algunas rosas en el corazón ceniciento de la mirada hueca
Sombras de lápiz con roturas internas de pesadas sonrisas de cuadrados rojos
No sé si podré trabajar con la frente y las manos dentro de dos meses días
Calefacción rota de terciopelo que en vaso plato de herrumbre con sardinas
Lata con jabón y pan quemado al aire con dulce piedra de retoque de árbol
Líneas de suaves círculos que se ríen en avispas de azules clavos ladrillos
Dos copas de color blanco pintadas de negro con signos de palos cruzados
Piano cerrado y tapado con miel y suave licor de abejas cera con piedra
Puerta que sonríe al mundo de la luna al abrase el ceniciento transporte de ser
Bolas de cemento sobre cabezas rotas encima de mesas con mil botellas vacías
Se han arruinado los colores cruzados de esperanzas en tiempos de nada y seres
Qué ha sido un conejo sobre una mesa de bolsillo con sombrero bicicleta
He oído como los pájaros se convierten en escobas que permiten la soledad
Papeles tirados en escaleras ascendiendo árboles machos y hembras
Rojos en forma de tazas de café de color negro que respiran estar en lugar
Casa con tres ruedas sobre bombonas de aire para luchar contra seísmos
Un trozo de viento amaestrado en una cueva de botella vacía hambrienta
Una sombra es lo que ha sido un cabello a la luz de la estrella sol con sed
Blanco es todo, blanco es nada, blanco es el ente, blanco es el ser, blanco.
VII, 91.
Se ha ido el viento mareado de percibir ideas
Experiencias de pasiones adornadas con sueños
Hemos muerto cada día que vivimos respiramos
Y al estar naciendo un nuevo ser, tú estás en tú
He visto olvidos de uno mismo en solo uno mismo.
(12 Abril – 28 abril 13 Cr).
[1] - 1ª Edic.: D.l. Cr-360-2015. Título: Epopeya. Poesía. Antología. (1 Dvd. 502 pág.)
- 2ª Edic.: D.l. Cr‑541-2015. Título: Epopeya, XI, XXV, XXVI, XXVII, XXVIII. (1 Cd. 516 pág).
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